Cambios para ser más sostenibles

Hace un tiempo que voy cambiando mi forma de consumir, de vivir, de estar, de crear. Es verdad que desde hace mucho estoy algo preocupada por el mundo que vamos a dejar, pero no ha sido hasta hace unos meses en los que mi cabeza no para de pensar en qué puedo hacer, qué puedo cambiar, cómo puedo ser más sostenible y responsable en mi día a día y en mi consumo.

Si me seguís desde hace tiempo ya conocéis que estoy en el tribu #losinventosdemama, una tribu de mamás que nos reta a inventar juegos, materiales y actividades reutilizando materiales que tenemos en casa.

Empecé creando juegos con hueveras, un dispensador de calcetines con una caja de zapatos, un organizador de escritorio con botellas de plástico…

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Si miro ahora hacia atrás, cambiaría muchas cosas de esos inventos. No habría pinturas que tuvieran químicos, no usaría purpurinas compuestas por mini plásticos… pero también me doy la enhorabuena, porque una caja que iba a ir al contenedor del reciclaje directamente, se convirtió en nuestro dispensador de calcetines durante 2 años, y las botellas de plástico ¡las hemos usado también 3 años! (ahora no podrán ir al contenedor amarillo porque dudo si al estar pintadas podrán reciclarlas, así que las vamos a llevar al punto limpio de nuestra ciudad porque ya están bastante dañadas).

También soy consciente que gracias a esa tribu, empecé a ver las posibilidades de la reutilización de materiales, empecé a leer blogs y libros sobre consumo responsable, sobre nuestra huella en el planeta, y gracias a todo ello he empezado mi cambio.

¿Por qué me he animado a contaros qué pienso y cómo lo estoy haciendo?

Si me conocéis no suelo hablar mucho de temas personales, no os hablo de crianza, de estilo de vida… pero hablando con Marta, a partir de un artículo que escribió para los inventos de mamá sobre los Ecoagobios y sobre cómo ella se siente a veces por hacer algo que «está mal» y de cómo a mí me está pasando y todo lo que he pensado, sentido y estoy aprendiendo en este proceso he creído que debía dejarlo aquí, en mi pequeño hueco online por si puedo ayudar a alguien y ¿por qué no? animarle a cambiar algunas cosas también.

Igual que os he animado a jugar y crear con elementos que tenemos en casa, me apetece compartir con vosotros mis cambios y aprendizajes.

Lo cual me recuerda, que en todo esto, descubrí a las chicas de Esturirafi, una tienda online sin plástico, con un blog del que aprendo mucho, y me hicieron un hueco junto a mi amiga Mónica, de Los cuentos de Mamá, para que enseñáramos actividades para hacer a los peques que podéis hacer en casa sin usar plásticos.

Cómo hemos ido cambiando

Hay pequeños gestos que seguramente muchos hacemos, y ¡son muy importantes!. Reciclar es uno de ellos, separar materiales, asegurarnos que no acaban en un vertedero o en el mar. Llevarlos al contenedor que hará que los traten adecuadamente. Pero de repente un día te das cuenta ¡de qué este debería ser el último paso en una vida más sostenible!

Porque llevar los plásticos a reciclar significa que los estamos usando un breve tiempo y nos estamos deshaciendo de ellos. que un plástico que se fabrica a partir de petróleos y que podría durar siglos, lo hemos «usado» simplemente para transportar otra cosa ¡que podríamos haber movido o guardado de otra forma!

Así que, vas viendo que tienes que bajar la basura y el reciclaje muy a menudo, y vas leyendo que hay alternativas… suerte de internet que nos hace llegar información muy valiosa y conocer otras formas de vivir por muy lejos que estén de nosotros. Y tengo la suerte también de contar con varias tiendas cercanas en mi pueblo en las que ¡puedo comprar a granel! así que te vas a animando a cambiar. (Prometo hablaros de comercios diferentes, de formas de comprar más sostenibles en otro post)

Además, gracias a Save The Med, pude asistri a una charla de Bea Jhonson, la que es, ni más ni menos la creadora del movimiento de residuo cero en casa: Zero Waste Home, y salí alucinada, vi el otro extremo al consumo masivo del que estamos rodeados. Y aunque, os soy sincera, lo ví demasiado extremo, si que saqué muchos aprendizajes de todo lo que contó y creo que tengo mucho que aprender.

Podéis leer una entrevista que le hicieron en El mundo, dónde hablan un poco sobre todo lo que implica el residuo cero. Y si os interesa, tiene publicado el libro Residuo Cero en casa del que estoy sacando muchas ideas y alternativas a todo lo que hacía antes.

En casa la fruta la compramos a granel desde hace mucho, la pasta y las legumbres hemos empezado a hacerlo, ¿pero qué pasaba con el agua? Dónde nosotros vivimos el agua del grifo no se puede beber, y aunque ya comprábamos garrafas en vez de botellas pequeñas, y usábamos botellas de aluminio para salir de casa, seguíamos teniendo que llevar a reciclar muchas garrafas que nos habían durado un día…

Por suerte cada vez es más fácil encontrar productos locales y sostenibles, se están creando comunidades y plataformas dónde puedes buscar los productos de KM0.. Una de las plataformas web que he conocido es Mercado Local, dónde pequeños productores pueden vender sus productos directamente a los consumidores, sin intermediarios y sin costes añadidos. Una forma genial de promover otra economía, más responsable y más respetuoso con el medio ambiente.

Se trata de “Mercado Local”, una plataforma web para que los pequeños productores puedan vender sus productos directamente sin intermediarios de forma sencilla y sin coste para ellos. Queremos promover la economía local, el consumo responsable, la sostenibilidad y el medioambiente:

Ahora usamos un servicio de compra de agua con dispensador, son botellas de 20 litros que recogen cuando están vacías, limpian y tratan y se vuelven a usar y solamente se reciclan cuando ya ha acabado su vida útil. ¡Sorpresa! el plástico ahora lo bajamos una vez al mes. Si, sigue siendo demasiado para el objetivo que queremos consumir pero todavía estamos en el cambio.

En toda España está implantado el servicio de Aquaservice, que habréis visto por la tele, pero seguro que si os fijáis o preguntáis en vuestra ciudad o pueblo cercano hay un distribuidor local que tiene el mismo servicio con agua de vuestra comunidad, ya que este servicio es algo que utilizan muchos bares y restaurantes para las cafeteras en zonas dónde el agua no es potable.

Siguiendo con el análisis de todo lo que nos rodea y no es sostenible o ecológico y queremos cambiar llega otro punto en el que he tenido que pararme y reflexionar mucho, así que creo que os puede ayudar si lo comparto.

¡No tires todo para cambiarlo por algo sostenible! Si tienes en casa botellas de plástico, piensa en qué las puedes reusar una y otra vez. Puedes convertirlas en algo permanente. Ya las has comprado, haz que duren, si visitas el hashtag #lidmbotella ¡vas a alucinar!

Las botellas de productos de limpieza, yo las sigo usando, voy a la tienda, me las llenan con productos ecológicos que venden a granel y de vuelta a casa. En todo este proceso, que abrieran Traful Espacio Bio en Manacor ¡ha sido una ayuda increible!

En pleno descubrimiento me dieron ganas de tirar el cepillo de dientes antes de tiempo para cambiarlo por uno de bambú, dejar de usar el desodorante de roll-on por uno sólido que viene en cartón… ¡para Judit! cámbialo cuando se te acabe, que lo tires a medias no ayudará al cambio.

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Lo mismo me ha pasado con el material de manualidades. Habéis ido viendo más madera, más elementos naturales, más pinturas no tóxicas, menos purpurinas, pero pasará mucho tiempo para que las brilli-brilli, la gomas eva y las pegatinas de plástico desaparezcan de los futuros tutoriales. Porque los tengo en casa, porque tirarlos no es la solución, dejar de comprarlos sí, usarlos para crear algo más permanente también. Pero añadiré alternativas para que podáis hacerlo más eco-friendly.

Y si seguirá habiendo mucha reutilización de materiales para convertirlos en otro objeto, para darles una segunda o tercera vida. ¿Has visto ya nuestra alfombra hecha con trozos de camisetas viejas?

Y en esa búsqueda de procesos creativos más sostenibles, en búsqueda de productos de limpieza, higiene personal y alimentación que no dañen el medio ambiente me encuentro ahora. Y quiero ir compartiendo con vosotros mis descubrimientos.

Así que os iré hablando de tiendas bonitas que ayudan en todo esto, de mis experiencia del cambio del champú que había usado toda la vida, de cómo nos va afectando o ayudando el que no haya tanto químico en casa… Y todo desde el aprendizaje, la sinceridad y sin castigarme por saber qué he hecho cosas que dañan al mundo que vivimos, que seguiré haciendo algunas por desconocimiento pero que me alegro de estar aprendiendo.

Y si puedo, intentar hacer ver que por poco que parezca lo que cada uno de nosotros hacemos en casa, todo suma, y entre todos, entre todos esos pequeños-grandes gestos el cambio es posible. Porque puedes pensar ¿qué más da que yo no compre fruta envasada en plástico, si la siguen fabricando y vendiendo? ¿Pero, y si todos hiciéramos lo mismo? Qué si, que los grandes tienen que mentalizarse, pero si les tocas el bolsillo… aceptarán el cambio aunque no crean en él.

Me encantaría leer qué piensas, si has cambiado cosas, o que me aconsejes sobre cómo seguir haciendo cosas en casa que no dañen tanto nuestro planeta y ayuden a un futuro mejor a nuestros peques.